Ahora más que nunca necesitamos que los objetos se adapten al espacio que van a ocupar y se usen con una finalidad concreta, además de para decorar.
Quizás con este objetivo el diseñador francés Le Corbusier ya ideó en los años cincuenta el aplique “Lampe de Mairselle” para la firma italiana NEMO. Su diseño y acabado, con grises mate y negros que se contraponen al blanco de la pantalla, dice mucho de esa época.
La «Lampe de Mairselle” cuenta con dos articulaciones en el brazo y una fijación de pared giratoria, lo que permite fijar la proyección de la luz hacia un punto concreto deseado. Y a la vez, regular esa luz gracias al doble interruptor del cable.
Este aplique ajustable es ideal en cualquier rincón del hogar o de una oficina, sobre todo en espacios de trabajo y concentración. También la podréis encontrar en versión MINI.